Hay varias formas de probar una aplicación iOS, realmente depende de lo que quieras obtener de tus pruebas. Es mejor probar en una variedad de combinaciones de dispositivo / versión, idealmente dispositivos reales en lugar de emuladores.
- Pruebas exploratorias (manual): hacer que un usuario, o usted mismo use la aplicación, juegue con ella, esencialmente probando todas las combinaciones posibles para intentar romper la aplicación. Registre todos sus hallazgos, incluidos los pasos relevantes para reproducir un error en un documento de Excel / Google Sheet: ayúdese tomando capturas de pantalla y registrando sus movimientos en la aplicación.
- Caso de prueba (manual): escriba una serie de pasos para cada flujo de la aplicación, este es un caso de prueba. Puede ejecutar estos casos de prueba cada vez que realice una prueba para verificar si los flujos centrales ‘pasan o no’ la prueba.
- Automatización: la mayoría de las aplicaciones que conozco tienen algunas pruebas unitarias integradas en el código (prueba de caja blanca), que comprueba que el código real funciona como se supone que debe hacerlo. A medida que desarrolles más, puedes usar marcos como Appium para integrar las pruebas de automatización en tu aplicación iOS.
Hay muchos otros tipos de pruebas, pero para una prueba exhaustiva inicial, esto debería ser suficiente para seguir adelante. Puede encontrar más información sobre las pruebas de software aquí.
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